Marsella es una ciudad que está en pleno proceso de transformación. Sus residentes lo saben, y no les queda otra opción que tener que adaptarse. Si tú también quieres vivir en Marsella, en este artículo te vamos a proporcionar una serie de indicaciones sobre lo bueno y lo malo de residir en esta ciudad.
Ventajas de vivir en Marsella
Desde siempre, Marsella se ha destacado por la labor ajetreada de su puerto, el cual está acompañado por una gran cantidad de bares, cafés y restaurantes, cuyas ventanas señalan a la costa. Su área laboral fuerte comprende la industrial, el comercio, la gastronomía marina, el desarrollo de tecnologías y una excelente infraestructura en puertos, carreteras y aeropuertos.
Sin embargo, no es su economía el mayor atractivo del lugar, sino sus paisajes y, por supuesto, su clima tan benigno. La ciudad tiene forma de anfiteatro, con una abertura limpia hacia el mar al oeste y un macizo montañoso al norte y el este, respectivamente. Por otro lado, su clima según la clasificación de Köppen es mediterráneo. En Marsella siempre te vestirás con poca ropa, ya que los veranos son calurosos y secos, mientras que los inviernos son suaves y húmedos: la combinación perfecta para unas vacaciones permanentes.
Como el resto de las ciudades francesas, Marsella tiene un patrimonio cultural extenso, el cual resalta a nivel internacional por su sofisticación y elegancia. Está, por ejemplo, la Opéra de Marseille, donde han actuado artistas de la talla de Plácido Domingo, Renata Scotto y Alfredo Kraus.
Otros de los grandes atractivos de Marsella son el Jardín de los Vestigios Antiguos, la Vía enlozada del siglo IV, los muelles romanos y, por supuesto, la basílica de Notre-Dame de la Garde. Su cultura es tan rica en cantidad y exquisita en calidad que incluso llegó a ser declarada Capital de la Cultura de Europa.
La gastronomía es otro de los motivos para vivir en Marsella. Uno de los platos más célebres del lugar es la bullabesa, una especialidad a base de pescado. También te recomiendo que pruebes la pasta al pistou, el marisco y el arroz con favouilles.
Con respecto al transporte, podemos decir que es bastante decente. Marsella dispone de aeropuerto propio, metro, compañía de autobuses y de varias autopistas. También existen diversas vías propicias para poder ir en bicicleta, que es una forma de transportarse bastante común en esta ciudad.
Desventajas de la vida en Marsella
Los sueldos de los trabajadores marselleses son relativamente bajos. Además, tenemos que advertirte que el costo de vida es alto comparándolo con la media nacional. Los gastos en transporte, alquiler o renta del hogar son un 4% más elevados que en el resto de Francia.
A pesar de ser un lugar turístico, Marsella no tiene tantas distracciones para ofrecer como París o Lyon. Su vida nocturna y las actividades familiares disponibles no son tantas, ya que la historia del lugar monopoliza la recreación. Por ello, es fácil aburrirse después de pasados unos días.
El principal problema de Marsella es que hay mucha población y muy poca se encarga de producir dinero, lo que conlleva que el índice de criminalidad sea muy alto. En Francia es muy común encontrar zonas especialmente famosas por la cantidad de hurtos y robo de carteras, y Marsella es una de ellas. Si vas a venir a vivir te aconsejo que seas muy cuidadoso con tus pertenencias.
Conoce la experiencia de un hispanohablante viviendo en Marsella. ¿Hay trabajo para todos?:
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