Tokio es una de las ciudades más cosmopolitas del mundo pero su historia reciente viene marcada por un terrible accidente nuclear. A continuación, podrás descubrir los pros y los contras de vivir en Tokio y cuáles son los trabajos más comunes allí.
¿Ventajas de la vida en Tokio?
¿Te imaginas vivir en un lugar en el que poder mostrar tu iPhone en público o llevar tus mejores joyas sin que pase nada? Este es un privilegio que en muchos países no se pueden dar, pero aquí sí, ya que es una ciudad en la que la delincuencia es casi nula. Podrás andar tranquilos por las calles pues la posibilidad de que alguien te intimide con un arma es muy baja. Aquí no existen barrios buenos y barrios peligrosos, todas las zonas son seguras por igual.
Seguro que a menos de 500 metros de donde vives ahora mismo puedes encontrar un restaurante de comida japonesa, esto se debe a que su gastronomía es una de las más apreciadas de todo el mundo. Y no solo el sabor es lo único bueno de la comida japonesa, sino también su presentación. Entre los platos que no puedes dejar de probar se encuentran:
- Udon: Fideos que se sirven con mirin, salsa de soja y caldo dashi.
- Onigiri: Bola de arroz que en su interior lleva salmón, atún, anguila y verduras.
- Sushi: Arroz envuelto en alga nori relleno de ingredientes a elegir a tu gusto.
- Yakisoba: Fideos fritos acompañados de ingredientes como verduras, pescado y carne.
Tokio también es conocida por ser una ciudad muy limpia, al contrario de China, donde los olores raros por la tremenda suciedad que hay son muy comunes. La cultura higiénica que tienen es envidiable; a los niños se les enseña de pequeños que la basura va a la papelera, y éstos a sus futuros hijos. Esta cadena ha hecho que sea uno de los lugares más limpios del mundo sin tener que haber un basurero en cada esquina.
En Tokio el transporte público funciona a las mil maravillas. Los trenes y los buses salen y llegan a la hora exacta que pone en los tablones. Además el precio de los billetes es realmente barato.
Lo peor de vivir en Tokio
Una de las peores cosas de la capital de Japón es la gran cantidad de habitantes que hay. Es una ciudad superpoblada en la que tendrás que hacer cola para casi todo. Por ejemplo, si quieres hacer una reserva en un restaurante medio conocido tendrás que llamar un día antes para que te la den.
Tras los recientes accidentes nucleares, los niveles de radiación en el aire e incluso en los alimentos empiezan a ser preocupantes. Por eso a pesar de que los japoneses sean muy limpios, es una ciudad afectada altamente por la contaminación del ambiente, pudiendo llegar a afectar esto gravemente a tu salud.
Otra de las barreras que te encontrarás a tu llegada es el idioma. El japonés es una lengua que se necesita muchos años para dominar perfectamente. Nadie allí es capaz ni de saludarte en español, y el inglés no lo habla mucha gente tampoco.
Y ya para terminar con los inconvenientes de residir en Tokio te tengo que advertir lo cara que resulta la vida allí. Un refresco te costará un dólar americano, ¡un café $3,50! y cenar en un restaurante a partir de $16.
💼 ¿Cómo está el tema del trabajo en Tokio?
A tu llegada a Japón una de las cosas que más te costará es adaptarte a su cultura del trabajo. Los japoneses se emplean muy a fondo en su oficio, de hecho trabajan unas 60 horas cada semana.
Para poder trabajar en Tokio necesitarás un visado de trabajo el cual es bastante difícil de obtener. Normalmente las empresas japonesas contratan a gente que no tienen en su país, es decir, sólo te ofrecerán un trabajo cualificado si eres muy bueno en tu sector.
Los empleos cualificados que más se ofrecen en la actualidad son de informáticos o de ingenieros. Si no tienes un buen currículum lo normal es que acabes trabajando de lavaplatos.
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