Natal es conocida también como “La ciudad del sol”, por contar con un clima tropical húmedo y un cielo soleado casi todos los días del año, lo que te brinda la oportunidad de gozar de sus playas, dunas y paisajes. ¿Estás pensando en vivir en Natal? Deja que te mostremos los pros y los contras de la vida en esta limpia y atractiva ciudad.
Ventajas de la vida en Natal
Las playas son definitivamente la principal atracción para quien visita Natal. A 12 kilómetros al sur, en el distrito Parnamirim, está Cotovelo, una playa hermosa y limpia. De igual manera, la playa de Genipabu te da la bienvenida con sus dunas, ¡sentirás como si estuvieras en el desierto!
Su arquitectura es histórica; una caminata por la Catedral o la Columna Capitolina hará que te enamores de esta ciudad. El Parque de las Dunas es otro lugar al que deberías ir, allí puedes practicar deportes o simplemente pasear.
¿Vas a Natal con tu pareja? Entonces ambos podréis admirar una linda puesta de sol desde el Fuerte de los Reyes Magos, una fortaleza sobre la que fue construida la ciudad por los portugueses y además el sitio histórico más visitado. Y después, ¿qué tal si dais un paseo por la playa en la que está la fortaleza?
No creas que lo único que Natal puede ofrecerte son paisajes hermosos, playas y mucho sol; también es conocida por ser la segunda ciudad más limpia y pura de aire en el mundo.
Su gastronomía es riquísima; prueba la comida tradicional, como la carne-de-sol acompañada con feijão verde (judías verdes). ¿Y los mariscos y pescados? Ve a probarlos, los preparan con una mezcla de tradiciones entre la cocina indígena y la portuguesa.
¿Quieres saber por qué es llamada “La ciudad del sol”? Es conocida con ese sobrenombre porque tiene una media de 300 días de sol al año. Es ideal si lo que estás buscando son playas y días soleados.
La urbanización de la ciudad es relativamente nueva, y además no está sobrepoblada. Por lo tanto, es una urbe cómoda y moderna, sin abandonar ese ambiente de tranquilidad que siempre ha tenido.
Desventajas de vivir en Natal
Ponta Negra es la playa más frecuentada y tiene una vida nocturna muy activa, pero lo que muy pocas personas saben es que se vierten desechos allí.
Natal no suele ser el mejor lugar para quienes se inclinan más por el arte, porque no hay museos ni teatros. ¡Es una pena!
La policía local (llamada allí policía militar) es tremendamente corrupta por su sistema de seguridad difícil de entender, burócrata e improvisado; si te sucede algo debes acudir a la policía federal, los responsables del extranjero.
La gente de Natal trata de mala forma a los turistas. Si notan que no tienes un acento nordestino o natalense te tratan de una forma hostil, ya que a ellos no les importa el turista ni el turismo.
La manutención en los edificios públicos, calles y puentes es mala, y el mantenimiento, tanto en el área privada como pública, no existe. En los establecimientos atienden personas descorteses que no tienen ningún problema en vender las cosas por encima de su precio real.
Ten cuidado con los robos; si por tu acento o porque estás hablando en otro idioma notan que eres un turista, te pueden asaltar. ¡Incluso los propios brasileños del sur han tenido serios problemas con esto!
El sol brilla casi todo el año, ¡son hasta 15 horas de un sol que brilla fuertemente! Los vientos en Natal son constantes, pero eso no alivia el intenso calor al que la ciudad es sometida. La temperatura llega a unos 30 grados, y raramente baja de los 20 ℃.
Ahora vamos a ver cómo sería pasar 5 días y 4 noches en Natal:
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