Vivir en Nápoles

Vivir en Nápoles es estar rodeado de historia, poder disfrutar de su buena gastronomía y tener la posibilidad de visitar ciertos lugares emblemáticos. Sin embargo, la ciudad también tiene aspectos que podrían no ser de tu agrado. A continuación te vamos a mostrar las ventajas y desventajas de la vida en esta ciudad, para que tú mismo decidas si quieres lanzarte a la aventura o, por el contrario, buscar un nuevo lugar de destino.

nápolessNápoles es la cuarta potencia económica de Italia, después de Milán, Roma y Turín. Su PIB oscila los 29 $ per cápita, lo que da una suma de alrededor de seis billones de dólares anuales. Nápoles le debe toda esta solvencia, entre otras cosas, a su puerto para contenedores, industrias de servicio, constructoras, agricultura y otras actividades. Desde el principio del siglo XXI el sector de los servicios ha crecido, y por lo tanto ha necesitado de la ayuda de muchos napolitanos, lo que se traduce en más puestos de empleo.

NOTA
El Puerto de Nápoles es uno de los más grandes y ajetreados del Mediterráneo.

El turismo también es una actividad económica importante de la ciudad que genera mucho trabajo, sobre todo en entre los meses que van de junio a agosto. La agricultura, por su parte, ha disminuido y dejado el protagonismo a otras áreas, pero sigue siendo una fuente de ingresos significativa.

El empleo se distribuye de la siguiente manera:

  • Servicios públicos: 30,7%
  • Industria: 18%
  • Comercio: 14%
  • Agricultura: 5,1%
  • Otras actividades: 32,2%

Es importante detenerse en el punto del turismo, pues a nivel internacional, Nápoles es famosa por ser una ciudad desordenada y caótica. Probablemente se asemeje más a las ciudades latinoamericanas que a sus vecinas europeas. Sin embargo, dentro del mismo enmaraño de sus calles, hay cierta energía y autenticidad que no puede conseguirse en otro lugar del continente.

Por otra parte, Nápoles es una ciudad bella, no solo por sus atributos naturales, que no son pocos, sino que su historia y mezcla de culturas hacen de ella un lugar único. La calle es ruidosa, colorida, alegre… y cada rincón guarda un secreto milenario.

El valor de este lugar es tal que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La cultura y la historia están tan intrínsecamente relacionadas con cada aspecto de Nápoles que hasta las construcciones del metro han sido detenidas, debido a que cada cierto tiempo se consiguen objetos de valor y se ha de estudiar el área con una nueva excavación. Son cosas que pueden entorpecer el desarrollo de la vida diaria por cierto tiempo, pero es indiscutible que estos acontecimientos no hacen más que enriquecer el valor de Nápoles, no solo para Italia, sino para el mundo entero.

Algunos lugares que deben figurar en la lista de visitas importantes son: las ruinas de Pompeya, el Palacio Real de Caserta, las islas de Capri e Ischia, el Teatro San Carlo, el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, la discoteca Miami Barroom, el bar Swig Chiaia.

Con respecto a la comida debemos resaltar que ellos son los creadores de la pizza, pero no es lo único de lo que puede presumir la gastronomía napolitana. La cocina en este lugar es un asunto serio, de hecho, es la ciudad italiana con mayor cantidad de estrellas Michelin.

No hay que olvidar que en Nápoles hay varias universidades disponibles para poder sacarse una carrera. Entre dichas instituciones de estudios superiores está la casa de estudios pública y no religiosa más antigua del mundo: la Universidad de Nápoles Federico II.

Desventajas de la vida en Nápoles

Como ya hemos mencionado antes, Nápoles es conocida por su desorden y caos, y esto se debe a varias razones. La economía ha ido mutando y desarrollándose desde la Segunda Guerra Mundial, pero la velocidad de tal crecimiento no ha sido suficiente para erradicar el desempleo en la ciudad, que es considerable.

La ciudad también se ha caracterizado por la corrupción política y el crimen organizado. Además, hay ciertas calles que están sucias; los barrios suelen estar repletos de tendederos con la ropa a la vista de todos. En realidad, hay una lista de detalles que son propios de lugares tercermundistas y no de una ciudad europea.

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