El concepto de democracia puede llegar a ser tan variado como opiniones tratemos de obtener de ella. Con eso queremos decir que cada persona puede tener su propia opinión sobre el tema, por lo que si alguien te pregunta qué es para ti vivir en democracia, puedes resumirlo diciendo que todo se trata de aprender a convivir con sus reglas.
¿Qué es la democracia?
Formalmente la palabra democracia, tal como la conocemos en la actualidad, se puede definir como la forma de gobierno que se da el pueblo por y para sí mismo. De hecho, la definición más aceptada del término democracia viene del presidente norteamericano Abraham Lincoln con aquello de que es “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.
Es importante aclarar que invariablemente todos nos remitimos a la procedencia griega del término cuando tratamos de explicar esta forma de organización de los estados, en la cual se da como un hecho que todas las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo, que entre otras cosas se vale de mecanismos directos o indirectos para darle legitimidad a sus representantes; en este caso se trata de una forma de gobierno que depende de la voluntad del pueblo.
Podríamos seguir extendiéndonos con la descripción de las incontables maneras en que puede ser concebida la democracia, pero ese ejercicio puede ser retomado por cada uno de manera individual y sacar sus propias conclusiones.
Tipos de democracia
Si en algo existe consenso democrático, es en la aceptación universal de que esta forma de gobierno es imperfecta pero perfectible, lo que quiere decir que la democracia siempre está evolucionando. Además, es posible identificar tantos tipos de ella como países hay en el mundo, y podemos ver algunas de sus formas desde la antigua Grecia, concretamente en Atenas, hasta nuestros días.
La democracia directa, fue la primera manifestación democrática y en ella el pueblo se encargaba de tomar todas las decisiones sin necesidad de pasar por la elección de representantes. Es decir, el pueblo mismo se encargaba de las cuestiones de gobierno y la práctica política en general.
Otra de sus formas es la democracia indirecta o representativa, cuando los ciudadanos eligen a sus representantes en los órganos de gobierno para que tomen decisiones en su nombre. En esta forma de democracia podemos ver diferentes formas de representatividad, y observamos las democracias presidencialistas, y las parlamentarias, cada una con sus particularidades.
Beneficios de vivir en democracia
Vivir en democracia siempre debemos verlo como algo que va más allá de elegir a nuestros representantes, por lo que no podemos conformarnos con participar en elecciones periódicas y más o menos limpias y abiertas a la participación de todos.
La percepción de ser parte de un país democrático será mayor o menor dependiendo de cuantos mecanismos de participación tengan sus ciudadanos, lo mismo que el disfrute de libertades para su desarrollo integral como personas.
Es así como vemos que algunos países se consideran con mayor desarrollo democrático cuando sus ciudadanos disponen de plena libertad de asociación, con lo que hacen valer mejor sus derechos, como en el caso de tener todos igualdad ante la ley.
Solo viviendo en democracia ha sido posible alcanzar los logros de que hoy disfrutan la mayoría de los habitantes del planeta. Cuestiones como la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión no serían posibles en cualquier otra forma de gobierno.
No podemos dejar de lado el logro democrático por excelencia, que no es otro que la libertad de expresión. Tenemos derecho, por tanto, a expresar nuestras ideas en voz alta o por medios escritos, sin el temor a ser perseguidos por los contenidos de nuestros puntos de vista.
Esto hace que otra forma de medir la democracia en cualquier país, tenga que ver con la libertad que tienen sus ciudadanos para expresar sus ideas, principalmente cuando se trata de dar opinión crítica sobre la forma en que están siendo gobernados.
Para concluir, no perdamos de vista que la democracia no es otra cosa que un regalo que se ha dado la humanidad a sí misma. Siendo un sistema que siempre está en evolución, nos da oportunidad a todos a participar con nuestras ideas, sin importar cuan modestas pudiéramos considerarlas.
¿Vivimos realmente en democracia? En este vídeo encontrarás la respuesta: