Vivir en una ciudad puede traernos muchas cosas positivas, pero también otras negativas que pueden ir minando nuestro ánimo e incluso hasta nuestra salud. Si siempre has vivido en un pueblo y no sabes si dar el paso es conveniente que antes leas este artículo sobre los pros y contras de vivir en la ciudad.
Ventajas de vivir en la ciudad
Por todos es sabido que la gasolina en los tiempos que corren está en unos precios casi desorbitados. Por eso, las grandes ciudades te ofrecen unos servicios de transporte público de fácil acceso para todos los ciudadanos. Por escaso dinero podrás montar en metro, autobús o incluso si quieres rascarte un poco más el bolsillo podrás viajar en taxi.
Una cosa que puede llegar a aburrir de los pueblos es que siempre tengas que ir al mismo restaurante, a la misma tienda de ropa, a la misma peluquería… sin embargo, vivir en una urbe te permite tener una variedad muy amplia de sitios a los que ir. Por ejemplo si quieres salir a cenar puedes elegir entre restaurantes de comida china, italiana, francesa, india…
No es ningún misterio que si quieres tener más oportunidades laborales lo mejor es que vayas a una ciudad, y cuanto más habitantes vivan en esta mucho mejor. La vida urbana también te permite ampliar tu círculo de amigos, lo que significa que puedas tener más contactos y esto te ayudará sin duda a la hora de poder encontrar un empleo.
Ni que decir tiene que la vida en una gran ciudad es mucho más entretenida que la vida en un lugar que no tenga tantos habitantes. En una urbe tienes museos, teatros, espacios verdes, parques de atracciones, gimnasios… También puedes asistir a conciertos o a cualquier otro evento, ya sea cultural o deportivo.
Habría que tener en cuenta que los mejores centros sanitarios y hospitales se suelen concentrar en las grandes zonas urbanas, por lo que si estás enfermo o te preocupa mucho tu estado de salud sería conveniente que vinieses a una.
Desventajas de la vida en la ciudad
El tráfico es claramente uno de los puntos más negativos de las ciudades. De hecho, si preguntas a cualquier citadino sobre los problemas cotidianos que tiene seguramente se queje del tráfico. Los problemas del tránsito se deben al alto número de coches que circulan por las calles y se acentúan cuando hay manifestaciones, obras o accidentes. Si estás en una etapa de tu vida que necesitas tranquilidad lo mejor sería que te alejes de las grandes metrópolis.
Es preocupante saber que las personas que viven en la ciudad sufren mucho de problemas relacionados con el estrés. El ruido que hay en un pueblo comparado con el que hay en una gran urbe es casi testimonial. La alta contaminación tampoco ayuda a aliviar el estrés, ya que en ocasiones puede derivar en problemas de salud.
El alto costo de la vida es una de las razones por las que la gente no se decide a mudarse a la ciudad. En una metrópolis los precios de los productos y servicios son por lo general mucho más altos que en otro lugar con no tantos residentes. Comprar o alquilar un piso también puede ser un problema, ya que hay poca oferta y mucha demanda, lo que hace encarecer los precios.
La delincuencia es un problema que está presente en todos los rincones del planeta, pero es un hecho que en las ciudades se producen más robos o actos vandálicos por persona que en los pueblos; los delincuentes saben que ahí es dónde pueden encontrarse con un botín más grande. En las grandes urbes siempre hay que ir con cuatro ojos, ya sea tanto en la calle como en casa.
¿Quieres saber si deberías vivir en la ciudad o en el campo? Este pequeño test te ayudará a encontrar la respuesta:
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La mayor parte de mi vida la he vivido en diferentes pueblos, y cuando me ha tocado vivir en la ciudad ha sido en los suburbios. Supongo que los lugares tranquilos y sin ruido de los carros son los que me atraen más…